jueves, 13 de junio de 2013
El cambur verde mancha
Para algunos han sido tiempos atroces; para otros -los enchufados y los vampiros- han resultado harto convenientes y provechosos. Para muchos han sido destructores chaparrones y para pocos nutritivas lluvias. La gente cuenta la fiesta según le va. En las cadenas, Mister Danger grita y miente. Se cree el papá de los helados.
El país con mayor potencial de progreso y desarrollo del subcontinente es hoy un paisito con el suelo institucional escarificado, una inflación que tiñe de pobreza a las mayorías y una corrupción que da nausea.
Es vox populi quiénes son los enchufados. Por si quedara duda, el tenebroso individuo que hizo de una hojilla un misil puso el foco en los que se cogen los reales, privando a los venezolanos de hospitales, carreteras, escuelas, universidades, canchas deportivas y un abalorio de obras y servicios que de existir se traducirían en buena calidad de vida de los pobladores de esta nación saqueada. Sin terminar el primer semestre, ya Mister Danger se cepilló el presupuesto anual. Pero para eso tiene la mayoría en la AN. Le aprueban cual coro cacofónico de focas todos los créditos adicionales. Así funciona la cosa. Ya no hay real, pero los rollos de papel tualé que ya no se producen en el país los traerán por avión. El flete cuesta una y parte de otra. No importa. Viva el nuevoriquismo. Los boliburgueses viven del despilfarro.
Llegaron unos macro tanques para la FAN. No sirven para enfrentar a los azotes que matan y saquean a la población. Para usarlos tendríamos que entrar en una guerra que perderíamos en minutos. Pero eso no importa. Se ven requeté bonitos e impresionan. Y alguna comisión nutrió los bolsillos de un enchufado. La estabilidad del país se ve comprometida no por las paranoicas obsesiones sobre magnicidios, sino por estornudos. Hubo plata para templetes, pero no para surtir al país de suficientes vacunas.
La compañera sentimental de Mister Danger nos recuerda a la señora Ibáñez. Como aquella, manda por debajo de la mesa. O de las sábanas. Y la gente se queda como si nada, atribuyendo a esta circunstancia borrascosa un tono de normalidad que no tiene a ninguna hora de ningún día.
Mister Danger pega gritos en la niebla. No han pasado muchas horas y se echa para atrás. Santos se ríe. Al fin y al cabo sabía que el asunto no era más que una malacrianza, la majadería de un niño cursi recién estrenado en la silla. Pasada la página del impasse, el hombre se fue a Nicaragua, chequera en mano. La fiesta continua. Daniel Ortega se restriega las manos. Salió su número.
Arias Cárdenas anuncia un nuevo sistema de regulación de compras. Una persona sólo podrá adquirir 20 rubros regulados a la semana. Esto incluye productos como arroz, aceite, carne, lentejas, harina de maíz y de trigo, pasta regulada, pollo, caraotas, leche en polvo, azúcar, crema dental, jabón de tocador, lavaplatos, pañales y papel higiénico. ¿Cómo les parece? Suena a tarjeta de racionamiento. ¿O no?
En entrevista en Globovisión (de Ripley), el flamante Izarra, novísimo ministro de Turismo, hace anuncios de todo lo que va a hacer. Tienen 14 años mandando y siguen conjugando los verbos en futuro. Estrenos y reestrenos por doquier. Todo fabuloso y muy capitalista. Le cayó la locha. Turistear es un típico acto capitalista. Vienen unos ferris nuevos para hacer la ruta a “laisla”. Los compraron en Grecia., que está como lejos para haber sido la opción. Espero que traigan el libro de instrucciones y procedimiento en algún idioma comprensible. Al fin y al cabo, no hay muchos restaurantes griegos en Venezuela, lo cual hará más complicado llamar a uno de ellos para conseguir un traductor.
Se rumorea que habrá cambios en el bull pen. De ser cierto que Jaua va para MinDefensa, Mister Danger le habrá ganado un inning a Diosdi y la FANB tendrá un interlocutor absolutamente ignorante en la materia militar. Por la Cancillería se están peleando varios. Abundan las puñaladas con liguita. Pero ahora es cuando falta para que la gorda cante.
Date con furia, Mister Danger. Vas camino a darte cuenta que el cambur verde mancha. Dale, Henrique, aunque vengan carros.
smorillobelloso@gmail.com
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