viernes, 3 de agosto de 2012

Millones de manos

Mucha gente me pregunta, incluso rabiosa, por qué Henrique es tan comprensivo con los chavistas de base. A muchso esto les molesta. Y se preguntan si será que Henrique se esta debilitando. Dividir ha sido la estrategia de Chávez. Y si Henrique hiciera lo mismo, yo no lo apoyaría. Si algo nos ha hecho daño, si algo nos ha sumido en el fracaso, ha sido el comprar esta horrenda estrategia política de picotear en dos trozos a Venezuela y hacernos creer que hay unos venezolanos buenos y otros malos. La verdad es una: millones de ingenuos fueron vilmente engañados por el ilusionista mayor, ese manipulador de las emociones que llegó a la presidencia y se mantuvo allí a punta de falsas promesas y siembra de odio. Una estrategia medieval y altamente perversa. Pero vaya si fue efectiva en la obtención de creciente poder, eficiente en la sumisión y eficaz en la destrucción de nuestro aparato republicano. Pero hacer lo que Chávez hizo sería continuar en la perversión. Por eso Henrique tiene razón en luchar por la unión y en contra de la división. Algo que escuché por estos días creo ilustra bien lo que trato de explicar en estas lineas. Hace un montón de años, un peronista vio a Jorge Luis Borges, ya entrado en años y bastante cegato, caminando por Callao y Santa Fe. Decide ofrecerle ayuda para cruzar la calle, para en el medio del cruce decirle que es peronista y dejarlo abandonado en la mitad de la calle. Se le acerca y le ofrece su ayuda, la cual Borges acepta. En efecto, en la mitad de la avenida le dice "yo quiero que usted sepa que yo soy peronista". Borges le responde: " no se preocupe, yo también soy ciego". Brillante Borges. Votar por Henrique es votar por la paz, por el cese de la nefasta división, por la concordia. Todas esas cosas son indispensables para el progreso del pais. Votar por Henrique es darle una oportunidad a lo mejor que somos y tenemos y dar por terminada de una vez por todas esta miserable historieta de seudo epicas que lo único que ha hecho es arruinarnos. Votar por Henrique es entender que un hombre puede echar a perder un pais y tambien un hombre puede liderar un cambio constuctivo. A lo largo de esta campaña, "el flaquito" ha estrechado la mano de millones de venezolanos. No les ha preguntado si son chavistas o de oposición. Para él es más importante que son venezolanos. El bien sabe que con el puño cerrado elevado en bandera y gritando desaforadamente es imposible iniciar un dialogo. Y si algo necesita Venezuela es mucha conversa, mucho dialogo. Ah, lo llamo Henrique mientras sea candidato. Luego del 7 de octubre tendré el gusto, el privilegio y el honor de llamarlo "señor Presidente". Sentiré que con ese hombre en Miraflores Venezuela recobrara la sensatez y la visión de futuro. Muchas cosas se deciden en el palacio de gobierno, pero una decisión realmente trascedente se tomara en las urnas electorales el 7 de octubre.

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