martes, 23 de abril de 2013

Diez consejos a Nicolás

Hace una semana ocurrió el evento electoral presidencial. Es, lamentablemente, un proceso abierto, signado por cantidad de discrepancias y problemas. Pero el CNE proclamo tu triunfo y la Asamblea Nacional te juramento. Así, eres hoy legalmente el presidente, aún cuando bien sabes que tu legitimidad está en entredicho, por decir lo menos. Igual estás ahí, sentado en la silla de Miraflores, investido de poder. Entonces estas líneas son para darte diez consejos. Recuerda que el que oye consejo llega a viejo. Mi primer consejo es recomendarte que cambies tu tono, tu lenguaje, tu selección de verbos. Este no es el momento para que alguien que está precariamente sentado en el poder hable golpeado. Este estilo está dinamitando tu situación no sólo con aquellos millones que no votaron por ti (que es la sumatoria de quienes votaron por Capriles y quienes simplemente no emitieron voto, porque ese porcentaje para nada despreciable y que te hubiera dado una ventaja sólida también te mando un mensaje claro), sino también te distancia de tus votos blandos emitidos por gente que no quiere exabruptos. Te recomiendo declarar que te alejas del asunto de dilucidar lo que pasó el 14A. Déjale ese lío al CNE y a las instituciones. No avives el fuego. Mira que cuando el monte esta secó, coje candela facilito. Y el país está de a toque. Pon en cintura a tu gente. El ministro Villegas te está destruyendo. Su ataque a Provea te perjudica. Diosdado te está hundiendo. Eso de negarle el derecho de palabra a los dipuardis de oposicion es un sgno de barbarie. La defensora del pueblo te está carcomiendo la precaria gobernabilidad. Te mintio con lo de los CDI y quien queda al ras del betun eres tu. Los militares quieren convertirte en un pro milico. Jaua está poniéndole bombas quiebra patas a los caminos diplomáticos. Y tienes varios ministros a quienes tienes que ponerles un parao y decirles "calladitos se ven más bonitos". Lo de Ricardo Molina es intolerable. La fiscal, la presidenta del TSJ y las rectoras del CNE son hoy tus peores enemigas. En pocas palabras, por tu bien y el del país, tómate litros de valeriana y ordena que en todos los ministerios, las gobernaciones, las empresas del estado, el sistema de medios y ese largo etcétera de espacios bajo tu mando distribuyan varias veces al día litros de té de tilo. Tus radicales te están haciendo papilla. Desactiva ya a esos showmen y show women de la televisión y la radio. Lee aporrea y ve como se está batiendo el cobre de verdad entre el mundo de opinadores oficialistas. Ponle atención a lo importante. Tienes una bomba atómica activada en materia económica, de finanzas públicas, de seguridad, de escasez. La inflación es espeluznante. Para en seco toda esta lamentable cacería de brujas que han emprendido quienes trabajan la política como un espacio de poder revanchista o como una guerra de guerrillas. Entiende que cada vez que insultas a Capriles estás aumentando la animadversión de los millones que votamos por él. Deja a Chávez descansar en paz. Tú no eres él y, créeme, no te conviene pretender jugar a serlo. Si alguna posibilidad de éxito tienes está en que seas tu mismo. Puedes, si quieres, salir airoso de esta tremenda crisis. Quizás no mantendrás la presidencia, pero al menos no entrarás a la historia como el que desperdició en días todo el capital político acumulado en 14 años. Y si llegas a mantener la presidencia, tendrás muchas más oportunidades de capear el temporal. La oposición hará todo lo que legalmente pueda para vencerte. No creas que se desmovilizará ni que tirará la toalla. Peleará con toda su energía democrática. Es así, está bien y es lógico. Tus enemigos no somos los venezolanos. Entiéndelo. A tus enemigos los tienes adentro de tu círculo. No seas el tonto útil de este patético libreto de novela barata. No te quedes pegado mirando algunos árboles, mira bien todo el bosque. smorillobelloso@gmail.com @smorillob

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