Siempre
fuimos tropicalmente folklóricos. Eso no lo inventó este gobierno, ni el
anterior, ni el anterior… Lo único que sí han hecho los que van ya para 15 años
en el coroto (que jartera, como dicen
los colombianos) es perfeccionar ese folklorismo tropical. Más por lo que dicen
que por lo que hacen. Porque hacer, lo que se llama hacer, ha sido más bien
deshacer, valga el prefijo.
Estamos
ya como quien dice en el último trimestre de este año sacudido por todo tipo de
acontecimientos. Dirán los astrólogos que es como si todos estos meses Mercurio
hubiera estado retrogrado (poco sé de la materia pero siempre escucho decir que
cuando ese planeta va de retro todo se espeluca).
Los
precios del crudo están por la estratosfera. Bastaría que el gobierno se
sentara a echarse fresco en el portal de Miraflores a ver llover dólares. Que
no hiciera nada, que no moviera un solo dedo, que se fuera de vacaciones o se
quedara en animación suspendida. Nos saldría bastante más barato que se
quedaran paralizados. Pero no. Llevan años deshaciendo, destruyendo,
desbaratando. Así, a pesar de los tiempos de bonanza, las reservas
internacionales están agónicas y mister Danger salió todo espelucado a pedir
prestado donde los chinos, que vienen a ser como el nuevo Fondo Monetario
Internacional, pero hablando en mandarín o en cantonés, lo cual lo hace bastante
más complicado para entender. A eso le sumamos que hay una parte de la cuenta
que hay que sacarla en yuanes, agregado cultural para empastelar aún más el
menjunje de nuestra ya estrafalaria deuda externa. En este país se decía que los bebitos al mundo
venían con el pedazo de pan debajo del brazo. Ahora es una tremenda hipoteca.
Casilda,
por supuesto, no entiende nada, nadita de nada. Ella sólo ve que en el mercado
no hay lo que ella va a buscar, o está carísimo; que los muchachos regresaron
pa´la escuela y la encontraron en la “inciforia”; que se armó la de Dios es
Cristo en la cárcel de Sabaneta por allá por la tierra del sol amada y hubo una
muertamentazón de horror y hubo que desalojar el penal, incluyendo al penado 14,
una cuchura, un querubín bajado del cielo, que vivía como magnate allí y
seguramente lo hará en el centro penitenciario al cual fue trasladado luego de
negociar con misia Iris. Pero según ella que todo está bien. En Venezuela el
gobierno no dialoga con la oposición, conformada por al menos la mitad del
país, pero sí negocia con los pranes.
Casilda
se enteró que en un avión de esos gordos de barriga descubrieron mil y pico de
kilos de cocaína y que aquí sólo cayeron tres soldaditos de bajo rango, porque
los de charreteras, los que mandan de verdad verdad, nanai nanai. Para acabarla
de completar, se fue pa´l metro y se esbarrancó con todo y callos por la
escalera pa´bajo y fue a tener pa´l piso con varios cortes. Menos mal que llegó
la gente de Salud Chacao a revisarla y echarle algo más que mercurio cromo, que
es lo único quizá que le hubieran puesto en el hospital donde hubiera tenido
que ir a parar.
Mister
Danger habla más que radio prestao´. Pero Casilda, la verdad, está harta de oír
una y otra vez las mismas zoquetadas. Es como si ella se hubiera casado dos veces,
con marido repetido. Mejor cambia el canal y pone alguno de los colombianos.
Por los menos allí le van a pasar una novela con actores buenos que recitan
bien bonito. Porque los que le ponen aquí, qué va, puro galán de otoño, bigotón
y de copete batido y con laca al que no provoca jugarle ni un quintico. Y si va
a ver pleitos, mejor pone “¿Quién tiene la razón?” en VV Plussss, que se
agarran por los moños pero al final todo se resuelve. No es como el gobierno
que deja todo en “pendiente” y en veremos. Y le llegó la cuenta de la
electricidad… Goticas de valeriana y agüita pa´el calor…
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